Las ventajas de los alimentos congelados son revolucionarias, incluso hoy en día: los alimentos se conservan durante más tiempo, y la cocina ha cambiado porque los alimentos congelados son independientes de la estación y pueden prepararse rápidamente.
Los primeros productos congelados se lanzaron en 1955 y, desde entonces, el consumo per cápita no ha dejado de aumentar año tras año, situándose actualmente en torno a los 41 kilogramos.
Como contribución a la celebración de este día, hemos elaborado una lista con los 10 mejores consejos de EUROFRITS para tratar los alimentos congelados:
Las verduras congeladas son sabrosas y buenas para usted
- Cuando compre alimentos congelados, déjelos hasta el final de la compra para ponerlos en el carrito, para que no se descongelen. Al llegar a casa, cocínalos enseguida o mételos en el congelador lo antes posible.
- Lo ideal es transportar los alimentos congelados desde el supermercado hasta tu casa utilizando una nevera portátil. Las bolsas frías acolchadas, las chaquetas de lana o las mantas de lana también funcionan bien. Asegúrese de que los productos estén bien envueltos. Las bolsas aislantes finas, que se pueden comprar en la caja, son menos adecuadas.
- Tenga en cuenta las instrucciones de cocción del fabricante de los alimentos congelados para que conserven su mejor calidad.
- Deja los alimentos en su envase mientras se descongelan para evitar la contaminación cruzada (por ejemplo, para evitar que los jugos del pollo entren en contacto con otros alimentos) y para evitar que los alimentos se sequen.
- La mayoría de los alimentos congelados pueden cocinarse directamente desde el congelador, sin descongelar. Si es necesario descongelar, siga siempre las instrucciones del fabricante.
- Las verduras congeladas son realmente saludables. Se congelan inmediatamente después de la cosecha, cuando están llenas de vitaminas y nutrientes, y los conservan durante mucho tiempo. Aquí es donde las verduras frescas suelen sufrir: las largas rutas de transporte suelen provocar una pérdida de vitaminas y nutrientes. Las verduras congeladas conservan estos valiosos componentes.
- Saque del congelador sólo la cantidad de alimentos congelados que realmente vaya a consumir. Al comprar y congelar los alimentos, asegúrese de que puedan dividirse fácilmente en porciones, para que la descongelación sea más sencilla posteriormente.
- Si tienes restos de una comida cocinada con alimentos congelados, puedes congelarlos y descongelarlos más adelante. Asegúrate de calentar bien los alimentos antes de comerlos.
- Descongele los alimentos congelados lentamente en el frigorífico. El frigorífico no sólo «absorbe» el frío de los alimentos congelados ahorrando energía, sino que además la baja temperatura retrasa la formación de bacterias.
- Al congelar los alimentos, asegúrate de que los envases están bien cerrados. Si has comprado alimentos congelados, asegúrate de que el envase no esté dañado para evitar que se quemen en el congelador.